miércoles, agosto 07, 2013

DENUNCIA




Cossac: apropiación indebida

Lun 30/04/2012 - 10:05 por Editores

De fuerte arraigo en nuestro país en todas sus modalidades, el cooperativismo tiene la potencialidad de constituirse en una herramienta extremadamente útil para sus integrantes y la sociedad, si es correctamente dirigida. En manos inescrupulosas, en cambio, puede transformarse en vehículo de enriquecimiento personal y amparar variadas formas de corrupción. Este es el caso de Cossac, una cooperativa que ha sido colonizada hasta extremos inconcebibles por su amo y señor, Julio Cesar Talamás.
En una empresa donde el total de empleados llega a 40, 20 de ellos son parientes directos suyos o de sus familiares. Sus dos hijos, el novio de su hija, su anterior esposa y la actual compañera, trabajan —o en algunos casos simulan trabajar— en Cossac.
El personal de la cooperativa también incluye a dos cuñadas de Talamás; y hasta el año pasado —en que falleció— a un tercer cuñado. También están presentes una prima carnal y su padre.
No se agota aquí la lista. En la planilla del Ministerio de Trabajo además están presentes los esposos de las cuñadas de Julio César Talamás, la esposa del cuñado fallecido y una hermana de esta, con lo que se configura una cooperativa dentro de otra.
Con esto podría ser suficiente para probar el copamiento que esa familia ha hecho de Cossac, pero todavía queda mucho más por mostrar.
Tenemos asimismo en este círculo de los «amigos con beneficios» a un antiguo compañero de la infancia de Talamás —con quien son padrinos cruzados— y quien a su vez trajo a Cossac a una hermana y un sobrino, para reforzar a los seguidores incondicionales de quien fuera públicamente conocido como el «defensor del adulto mayor».
Empresas «vinculadas»
Otro hermano del compadre citado también se desempeña en Cossac, pero lo hace como empleado de la firma Glenover, que brinda servicios tercerizados a la cooperativa. Y Glenover —nadie puede asombrarse a esta altura— también está vinculada a Talamás, porque es propiedad de otro amigo del poseedor del mango y también de la sartén en Cossac.
Glenover no es la única que presta servicios tercerizados a Cossac: cabe mencionar a la empresa de acompañantes identificada con el original nombre de Alma, Corazón y Vida, en la que se desempeña la exesposa de Talamás. Si acudimos a Informes 20 podremos comprobar un detalle sugestivo: su sitio web la define como «Empresa de acompañantes de enfermos en sanatorio. Servicio de acompañantes para socios de Cossac». Algo así como una hechura de medida.
El usufructo que en beneficio de familiares y amigos hacen los principales de esta empresa —otrora próspera y hoy en problemas— no termina aquí. A riesgo de agotar a los lectores cabe citar también a Jorge Aníbal Graña Espino, vicepresidente de la cooperativa, quien colocó a su hijo y a Sonia Gladys Aires Pimienta, gerenta general. Y ella hizo lo propio con su hijo, su hermano y su cuñada.
«Gente de confianza» en puestos clave
Aquí se termina la lista de los incondicionales familiares y amigos, pero cabe también analizar desde qué cargos apuntalan el control que en la empresa ejerce el director ejecutivo Julio César Talamás. Ya mencionamos a Jorge Aníbal Graña Espino (vicepresidente) y a Sonia Gladys Aires (gerenta general), ambos responsables del abuso del cargo con la contratación de sus familiares más próximos.
Debemos agregar ahora al tesorero —Alejandro Manuel Álvarez—, hermano materno de Talamás; a Natalia Karina Talamás, hija del número uno y encargada de relaciones públicas, y a Natalia Bidegaimberry —su actual compañera— quien actúa como gerenta de personal desde febrero de este año, luego de estar tres años sin trabajar, pero sin olvidar el cobro del sueldo. Se suman también sus hermanos Valeria Alejandra Bidegaimberry —quien hace «solamente» dos años que cobra el sueldo sin trabajar, y tras este descanso ha sido designada jefe de atención al público— y Ricardo Bidegaimberry, quien trabajaba como chofer de Talamás. Este último desde 2009 y hasta su fallecimiento —en 2011— integró la Comisión Fiscal de Cossac, encargada de controlar a Talamás y compañía.
Otra responsable del control de la gestión de la cooperativa, teóricamente encargada de denunciar las irregularidades que se cometan, es Nora Shirley Breeze Moreno, actual integrante de la Comisión Fiscal y prima de Julio César Talamás.
Un tercer integrante de la Comisión Fiscal tiene un serio conflicto de intereses considerando su cargo de contralor: utiliza en forma full time una camioneta Mitsubishi 2000 doble cabina, propiedad de Cossac, cedida por Talamás.
Asambleas: la comida empuja al voto
El contralor normal en toda cooperativa es la asamblea de socios… siempre que todos ellos sean citados correctamente. En Cossac la asamblea se anuncia a todos sus socios por el Diario Oficial y La Hoja Judicial, dos medios nunca vistos por los socios de las cooperativas, a no ser que se las encuentren en la feria envolviendo media docena de huevos.
En cambio, los «socios amigos» —como se los denomina en el entorno talamasiano— son cortésmente llamados por teléfono para invitarlos a un almuerzo e informarles que luego habrá, además, una asamblea.
Los nombres de estos socios con buen apetito —detectados prolijamente lo largo de los años— se repiten asamblea tras asamblea. Ellos son los que permiten cumplir con las formalidades legales y mantener las apariencias. Su presencia incondicional explica que la última asamblea realizada aprobara, por amplísima mayoría, un balance con 39 millones de pesos de déficit.
Trabajo para auditores
No es esperable ni tampoco lógico que la Auditoría General de la Nación —el organismo encargado de ejercer la función de policía administrativa o de control de las cooperativas— revise las planillas de trabajo para detectar parentescos, ni tampoco que mire con microscopio las integraciones del consejo directivo y las de la comisión fiscal.
Es solamente a partir de una denuncia como la que formulamos, de fácil confirmación en los registros del Ministerio de Trabajo, que puede tomar el hilo de esta gravísima violación de los principios cooperativistas e impulsar ante la Justicia la intervención de Cossac.
En agosto de 2002, durante la tercera jornada del ciclo de discusión sobre una propuesta de Ley General de Cooperativas para el Uruguay, el contador Gustavo Mastroianni —auditor interno de la nación por entonces— expuso sobre el contralor de las cooperativas. En un tramo de su intervención sostuvo que «siempre enfocamos este control en forma preventiva, siempre con la idea de prevenir, como les decía recién, prevenir males futuros. Obviamente que esa actitud de prevención no implica la inexistencia de eventuales sanciones o eventuales comunicaciones a la Justicia, para solicitar la intervención, como ustedes saben que ha pasado».
Estas palabras tienen 10 años, pero creemos que conservan total validez en la época actual y que serán compartidas íntegramente por el actual auditor general, contador Hugo Pose, porque hacen a su función y a su cargo y se basan en las leyes que regulan su ejercicio.
¿Sindicato para qué?
Es probable que la Auditoría no sepa —como sí lo sabe el Ministerio de Trabajo— que todos los afiliados a AEBU en Cossac (menos dos) han sido pasados al seguro de paro. Tampoco tiene por qué saber que esta decisión empresarial se tomó luego de que nuestros afiliados rechazaran una propuesta de rebaja salarial que no estaba acompañada por cambios urgentes en la caótica gestión de la empresa, hoy deficitaria en 39 millones de pesos.
Por ello AEBU formulará una documentada denuncia ante las autoridades de todas las irregularidades acumuladas en Cossac en los últimos tiempos, de las que ya hemos dado detalle en parte, a las que ahora agregaremos las relacionadas con la persecución antisindical, todo un capítulo de este relato.
Tres de los cinco gerentes de Cossac y otros seis trabajadores afiliados a AEBU fueron enviados al seguro de paro. Se trata de los funcionarios más antiguos de la empresa, en un 90 % de los casos ingresados por concurso. Junto con ellos marcharon al Ministerio de Trabajo otros seis empleados este mes de abril.
Se llega a esta situación tras una serie de fracasadas estratagemas destinadas a forzar la voluntad de los trabajadores sindicalizados. Entre ellas se destacan dos intentonas que exhiben claramente la inescrupulosidad de los métodos de Talamás. En un caso se pretendió hacerles firmar la última hoja de un convenio de rebaja salarial, sin permitirles leer las páginas anteriores. En el otro, toda la familia Talamás y su grupo de acomodados solicitó por nota afiliarse a AEBU para —como lo reconoció un representante de Cossac ante el Ministerio de Trabajo— posibilitar que «la mayoría» ganara las asambleas.
Con estos antecedentes nuestro sindicato presentó el martes 24 de abril una denuncia contra la empresa ante el Ministerio de Trabajo y en días próximos hará lo propio ante la Auditoría General de la Nación.
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Amante del plomo y del acero

Julio Cesar Talamás es un viejo conocido de los diarios, no solamente por sus fracasados intentos políticos sino también por su anterior participación en la Cooperativa de la Previsión Social (CPS), donde era peluquero, que terminó disuelta por su elevado endeudamiento y en una de cuyas asambleas se presentó armado.
Así relató este episodio Portal 180 el 11 de diciembre de 2008: «Fuentes judiciales confirmaron a 180 que varios miembros de la directiva presentaron una serie de denuncias por mal funcionamiento de la CPS. […] Este jueves un grupo de trabajadores concurrió al juzgado y volvieron a afirmar que en aquella asamblea Talamás entró con dos metralletas Uzi y dos guardaespaldas que también estaban armados».
Si hablando de armas de fuego Talamás se inclina por las ametralladoras, cuando se trata de armas cortantes se decide por las hachas. Con uno de estos instrumentos ingresó un día a las oficinas de Cossac y lo clavó en el escritorio de un subordinado, en medio de la lógica incredulidad de todos los presentes.
En otro episodio de esta patológica inclinación organizó un curso de entrenamiento en el manejo de armas para todos los empleados de Cossac.
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Lo que se llevó el olvido

Valores cooperativos
«Las cooperativas se basan en los valores de ayuda mutua, responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Siguiendo la tradición de sus fundadores, los miembros de las cooperativas creen en los valores éticos de honestidad, transparencia, responsabilidad social y preocupación por los demás». (II Asamblea General de la Alianza Cooperativa Internacional, ACI, Declaración de Identidad Cooperativa. Manchester, Inglaterra, 23 de setiembre de 1995).
Fiscales
Ley Nº 18.407. Artículo 45. (Naturaleza y atribuciones).- La Comisión Fiscal es el órgano encargado de controlar y fiscalizar las actividades económicas y sociales de la cooperativa. Debe velar para que el Consejo Directivo cumpla la ley, el estatuto, los reglamentos y las resoluciones de la Asamblea General.

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